Me llamo Alexandre Perrossier.

¿Por qué ofrecerles té chino de alta calidad?
Para una historia que se infusiona sin extenderse demasiado, diría que tengo la suerte de viajar mucho, y mis papilas gustativas se despertaron con mis primeros mates argentinos, degustados allí, con la pampa y su infinito horizonte como telón de fondo.
Después tuve la oportunidad de ejercer mi profesión de arquitecto en China, donde los productos excepcionales son muy apreciados. Al igual que los vinos franceses, Asia cuenta con terroirs con un gran potencial que se traducen en tés con una fuerte personalidad. Mi profesión me exige conceder gran importancia a la armonía. Así, cuando olí y probé este néctar estructurado, construido indefectiblemente sobre su suelo, comprendí que había encontrado el paladar excepcional que tanto había buscado en el desarrollo de un espacio vital abierto a compartir. Son estas sensaciones únicas y precisas, imbuidas de rituales ancestrales, las que deseo compartir en Francia, y en todos los lugares donde se valora el refinamiento. En estas páginas, encontrará los sabores que más aprecio. Los invito a vivir la experiencia: cierren los ojos ante estos polvos artificiales que se venden en bolsitas de té estandarizadas y adopten nuevos ritos de degustación. Algunos tés, conservados para su maduración, son más viejos que ustedes. Todos nuestros tés utilizan métodos de cultivo tradicionales que no utilizan pesticidas y solo fertilizantes naturales cuando es necesario. Les ofrecen sus sabores consolidados. Aprecien sus características distintivas, cuya riqueza les ofrece el placer de saborearlos sin moderación.